Entre libertad y libertinaje es la diferencia entre lo natural y lo salvaje.
Quizás el ser humano no ha aprendido de Charles Darwin y, en lo que se refiere a la especie humana y su consabida evolución, no hemos sido capaces de progresar.
Tan rentable ha salido el tiro en la oreja, que ya nadie reniega de que el camino se abrió entre dos aguas, como a Moisés, y le allanaron el terreno para embestir a diestro y siniestro. Pero con una tara: este enloquecido sabe con quién se la gasta, y más vale no despertar a los del «Matrioshka», porque ya sabemos cómo nos ha salido la criatura putinesca.
Y entre ruidos y ruidos de kalashnikovs y de tanques de última generación, nos resulta muy incierto pensar que haya paz tan pronto en Ucrania, y que este conflicto no salpique al viejo Occidente.
Vivimos con nuestros miedos, leyendo el prospecto del kit de supervivencia, y con el río revuelto —dígase, por ejemplo y con mucho énfasis, el Volga.
Controles, crudeza, aprovisionamientos, rearme… o quizás tapaderas para no crear alarma. Todo calificativo se queda corto si no conseguimos, de una vez por todas, asegurándonos de que no estemos a las puertas de una tercera guerra mundial.
Estamos avisados. No tengamos luego lamentaciones. No siempre llueve sobre mojado, y no siempre llueve al gusto de todos.
Pero entre rearmarse o defenderse, toca ahora mismo lo segundo. Porque de lo primero, en nuestro país no estamos de acuerdo. Algunos partidos políticos incluso piden salirse de la OTAN.
Consigo convencerme de que, entre los desvalidos que estamos para una futura guerra en nuestro país, prefiero que nos den ya por muertos.
Si no… tiempo al tiempo. Y creo que estoy en lo cierto.
ME EXPRESO SIN QUE ME COARTEN MI LIBERTAD.
¿Y TÚ, TE EXPRESAS?
¡¿A QUÉ ESPERAS PARA LEER ESTA NUEVA CÁPSULA EMOCIONAL, EN EXCLUSIVA PARA LOS LECTORES Y LECTORAS DE INFOGUADIATO?!
SERGIO DELGADO CINTAS
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