El 9 de agosto marcó el cierre de la enriquecedora temporada de la escuela de verano en Valsequillo, un acontecimiento que reunió a niños, jóvenes y mayores en la vibrante plaza de la Constitución. Con una serie de actividades festivas, este evento dejó una huella imborrable en los corazones de los participantes.
La clausura de la escuela de verano no solo significó el fin de una experiencia educativa llena de diversión, sino que también sirvió como una oportunidad para celebrar la creatividad y la colaboración local. Uno de los momentos destacados fue la creación de un impresionante mural que ahora adorna el espacio, un trabajo en equipo que unió a personas de todas las edades.
El mural, que emanaba un aura familiar, se convirtió en el resultado tangible de la colaboración entre diversas partes interesadas. Fue el talento artístico de Cecilio el que trazó los contornos del diseño, mientras que los niños, padres y abuelos colorearon con entusiasmo las distintas partes de la composición. El resultado final no solo fue una pieza visualmente impresionante, sino también un símbolo de la unidad y la conexión de la villa.
El compromiso del Ayuntamiento de Valsequillo, la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) y el invaluable aporte del paisano Cecilio Corrales contribuyeron al éxito de este evento. La escuela de verano se convirtió en un ejemplo brillante de cómo las instituciones locales y las personas pueden trabajar juntas para crear un entorno de aprendizaje enriquecedor y divertido para los jóvenes durante las vacaciones.
La jornada de clausura también estuvo marcada por emocionantes talleres infantiles y animación que mantuvieron a los asistentes entretenidos y participativos. La energía positiva y la sonrisa en los rostros de los niños y adultos presentes reflejaban la gratitud y la satisfacción por el tiempo compartido y las experiencias vividas.
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