Anduve yo divagando entre estrellas y luciérnagas primorosamente, en lugar llamado bien. En cuántos hábitos saludables y en la biosfera acechando parte de ese bien nos encontramos con nuestro mejor amigo: la vida. Habitantes de agua errante donde manejamos a nuestro antojo todos nuestros males, por supuesto con nuestros ataques de ira, conseguimos alcanzar y pasar por delante de todas aquellas personas que vemos como nuestros enemigos.
Hoy comulgo y me hago converso del buenismo, pero del bueno: ni miramientos ni catadura moral. Sólo mi soledad puede con mis estados de pánico a quemarme en la hoguera de la desesperación. No sólo consigo ser feliz, sino que lo intento cada día, superándome para ser feliz, aunque vengan mal dadas y me acabe arrepintiendo. Cada día soy feliz de saber quién soy y de lo que tengo.
Admiro a la vida y la miro de frente, aunque las balas me perforen la piel y me atraviesen hasta ocasionarme la misma muerte. Una muerte dulce tendré si sé admirar todo lo que tengo a mi alrededor: familia, amigos y una sociedad que está encantada de que yo sea partícipe de sus inmensas alegrías. ¡Qué regalo nos da la vida al conocer a tanta gente buena que hay por el mundo!
No sabemos lo que tenemos ni valoramos como se tiene que valorar: unos buenos días, un hola, ¿Qué tal?, y todas esas frasecillas y preguntas que nos crean bienestar. Privilegiados y dichosos somos los seres humanos al conectarnos y entablar conversación día tras día. Los consejos son para hoy y no para mañana; el momento es aquí y ahora. Nunca, nunca dejemos de encender las luces que nos harán brillar con luz propia.
Cada uno de nosotros y nosotras tiene su personalidad, pero no dejemos escapar nuestro valioso tiempo, un tiempo desmedido a veces, pero que pone cada cosa en su sitio. Intenta ser feliz y conecta desde las paradisíacas Islas Seychelles, y no renuncies a tus promesas. Pronostica tus resultados con un buen trabajo, y si es por adelantado, mucho mejor.
Dice el refranillo que lo que no mata engorda y que el ojo del amo engorda al caballo. Por eso hoy brindo este tercer toro por la esperanza y la inmensidad de este cortejo de personas civiles que, a día de hoy, se merece este homenaje. Escucharemos estas plegarias, a modo epistolar, para algunos más justo y dócil. Ambas partes de esta dicotomía son la forma derivativa de hacer bien las cosas.
M’EXPRESO POR AMBOS LADOS
¿Y tú, ¿te expresas con esta nueva cápsula emocional? ¡¿A qué esperas para leerla y saborearla al mismo ritmo que la disfrutas?!
SERGIO DELGADO CINTAS
0 comentarios