Hasta siempre Julio

Cuadrilla de Ntra. Sra. de la Esperanza, Parroquia Santa Bárbara, el 28 de marzo de 2013

Adalberto García-Donas León

El destino que cada uno tenemos marcado al nacer, ha querido, que antes que finalizara mi libro “Diario de un Cofrade” el 31 de diciembre de 2024, ocurra un acto luctuoso como es el fallecimiento de Julio Torres del Pozo, acaecido el 11 de agosto de este mismo año, que no puedo pasar por alto sin incluirlo de alguna manera en el mismo, por haber sido Julio, parte importante en muchos momentos y durante muchos años de nuestro paso por las diferentes hermandades, un compañero y buen amigo en este viaje cofrade que ahora esto plasmando en él.

Una muerte, que aunque esperada por padecer una grave enfermedad con fecha de caducidad, para la familia ha sido muy dolorosa, pero no cabe duda, que para los que lo hemos apreciado de corazón y querido, también.

A lo largo de los años que ejerció y vivió como hermano cofrade, lo mismo lo veíamos en lo alto de la carpa de la caseta de Cruz de Mayo “Incienso y Cera” de su Hermandad poniendo las lonas, cómo lo podías ver en lo alto del paso de la Virgen de la Esperanza, montando la cera y el resto del exorno del paso de palio para su salida procesional, o de costalero, contraguía y capataz de esta última, desde 1987 a 2013 o antes portando a Jesús Cautivo desde 1984 a 1986, o como contraguía durante casi 20 años con “La Borriquita”, o con el traje negro, mandando como capataz a las cuadrillas de María de la Esperanza o a María de los Dolores de la Parroquia Santa Bárbara. También se le pudo ver, al no saber dar un no por respuesta en estos casos, ayudando en sus comienzos cuando iniciaron sus salidas procesionales a costal portando a sus titulares, a las Hermandades del Crucificado en el año 2000 y de Ntra. Sra. Esperanza-Dolorosa de 2001 a 2005, ambos de Belmez. Y así podría seguir enumerando al resto de hermandades que ayudó en momentos puntuales con sus conocimientos cofrades, motivo por el que ha sido muy querido por todos los que hemos tenido la suerte de estar a su lado a lo largo de estos años.

Recuerdo, como ejemplo de los 17 años vividos juntos bajo el paso de María Stma. de la Esperanza, que a él le gustaban las marchas más lentas, aunque no por ello tristes, como por ejemplo “Mi Amargura” o “La Madruga” y a mí me gustaban más alegres como por ejemplo “Encarnación Coronada” o “Virgen de los Estudiantes”. A las dos primeras mencionadas las casi odiaba por ensayarlas todos los años, para luego no mover el paso en procesión con ellas por ser marchas de Viernes Santo y no de Jueves Santo.

Cuando las escuché junto a Julio de manos de sus autores en los dos primeros Conciertos Cofrades organizados por la Asociación Cultural y Patrimonial “Desde la Cima”, entendí la grandeza de ambas marchas y comprendí que a pesar de ser marchas de Viernes Santo, podrían encajar perfectamente en un momento concreto del recorrido de Ntra. Sra. de la Esperanza un Jueves Santo. Así se lo comenté a Julio, que en esos años él era el Capataz de la Virgen y yo el segundo Capataz, estando de acuerdo en que “La Madrugá” la pusiéramos en el giro de Callao con Pelayo y “Mi Amargura” en el último giro frente a la Parroquia. Dos marchas, que cada una viene durando algo más de siete minutos, ideales para un giro donde los costaleros pueden recrearse disfrutando del momento.

Por todo ello y mucho más, el día de su sepelio todos quisimos acompañarlo, primero en el tanatorio y luego, mientras duró el pésame y la celebración de la Santa Misa, momento en que en la Monición de Entrada y al final de la misma, tanto Juan Luis Ortíz como Secretario de la Junta de Gobierno de la Sacramental Hermandad y Cofradía de Ntro. Padre Jesús Cautivo, Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Stma. de la Esperanza, representando a la misma y Elena López en representación de la familia, le leyeron unos textos realizados por ellos, dedicados a él.

Vayan los mismos, reproducidos aquí de forma literal, en memoria de mi amigo y compañero Julio Torres del Pozo, que ahora seguro estará junto a sus Sagrados Titulares pendiente de todos nosotros (D.E.P.)

Cuadrilla de Ntra. Sra. de los Dolores, Parroquia Santa Bárbara, el 30 de marzo de 2018

Texto de Juan Luis Ortiz para la Monición de Estrada de la Santa Misa:

“Buenos días a todos, nos juntamos esta mañana en honor a nuestro hermano Julio, y lo hacemos en la Parroquia Santa Bárbara en la que él tantas horas paso al lado de sus Titulares, todos merecedores de ser alabados, pero hoy nos vamos a referirá tu Virgen de la Esperanza, tu Señora, como la llamabas cariñosamente.

Y es que tú, sin grandes clases de teología, siempre entendiste que María viene a nuestras vidas para salvar cualquier situación y llevarnos junto su hijo.

María es la Madre de la Misericordia y no existe nadie en la tierra a la que no alcance su amor y su perdón.

Cuentan que las ballenas, cuando ven a sus hijos en peligro por una tempestad, aben la boca y los refugian en su seno. Esto mismo hace son nosotros nuestra Virgen de la Esperanza. Cuando aparece la tempestad, con su amor maternal, Ella nos recibe, nos guarda debajo de su manto, nos abriga, nos salva y tú Julio entendiste perfectamente que a su lado estaba a salvo”.

Texto de Elena López para despedir a Julio:

“Qué difícil es irse sin ser despedido o quedarse sin tiempo en el espacio. Qué pena tu partida, cuando queríamos más. Qué pena tu marcha, al ver que ya no estás. Persona de bondad, de esperanza, de humildad. Persona cariñosa, allá donde estás.

Mi ángel caído, ya no está y solo espero que tu dolor no haya sido tan grande, como el vacío que dejas al irte sin más. 

Mi ángel caído ya no está, Peñarroya refleja tristeza, Esperanza llora a rabiar, la Semana Santa sin ti ya no será igual.

Mi ángel caído ya no está y solo me queda decir que sonrías una vez más, que todos desde aquí te recordaremos en cada momento, en cada segundo, al recordar la gran persona que escondía Julio.

Corazón de bondad, bondad envuelta en amor de verdad”.