La salida procesional se suspendió por previsión de agua. A cambio rezaron el Vía Lucis Mariano con la Agrupación Musical en el Altar Mayor y el paso colocado en el centro. Lo movieron a costal una cuadrilla mixta de 70 jóvenes dando relevos.
Adalberto García-Donas León
Un año más, llegado el mes de mayo, el mes de las flores, la tradición manda que veamos procesionan un paso con una cruz, conmemorando así las Cruces de Mayo, llevado a costal por una cuadrilla mixta de niños y jóvenes.
Este año se cumplen 33 años desde que el 1 de mayo de 1993 hicieron la primera procesión con un paso de niños y niñas portando a costal una pequeña cruz, convirtiéndose desde entonces, en la cantera de varios pasos de Semana Santa.
Todo es posible, gracias a la labor que desde hace años viene ejerciendo la Hermandad de la Cruz Chiquita, con su Junta de Gobierno a la cabeza, que este año, reunidos en Cabildo de Aguas, decidieron sabiamente no salir debido a las inclemencias tan variables de lluvia que daban para ese día a lo largo del recorrido.
Este año el paso ha sido portado a costal por una cuadrilla mixta de 70 jóvenes y niños dando los correspondientes relevos, al estar preparado el paso para 40 personas. El equipo de capataces ha estado formado por Olga López Ledesma, Celia Peñalta Triviño, Juan Miguel López Villarreal y Adrián Fernández Palomo, mientras que las marcadoras fueron Nerea Rodríguez, Raquel de los Ríos y Coral Ruiz y han estado acompañados un año más por la Agrupación Musical “Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto” de Hinojosa del Duque (Córdoba). Estuvieron acompañados en el interior de la Parroquia por un grupo de 15 niños y niñas, la alcaldesa María Victoria Paterna y varios de sus concejales, el Jefe de la Policía Local, Enrique Castillo, y una amplia representación de las Hermandades de Pasión y Gloria.
Una vez anunciada la suspensión de la salida procesional que tenía previsto pasar por la Parroquia San Miguel Arcángel, acordaron rezar un Vía Lucis (Camino de la luz dedicado a María). El mismo está formado por 14 estaciones dedicadas a lo ocurrido tras la resurrección, sobre hechos reflejados entre Jesús resucitado, sus apóstoles y su madre María, en los cuatro evangelios canónicos y al igual que en el Vía Crucis de la Pasión de Jesús, consta de una lectura alusiva al momento vivido, una meditación y la oración del Padrenuestro.
De las lecturas se encargaron los propios costaleros y costaleras, con el paso colocado en el centro de la Iglesia y la Agrupación Musical colocada en el Altar Mayor, entonó marchas acompañando al paso desde su capilla al altar mayor, a mitad del Vía Lucis y de vuelta a su capilla una vez finalizado, como una forma diferente de realizar su salida procesional.
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