Queremos compartir con vosotros la noticia astronómica más importante en décadas, en cuanto a actividad solar se refiere. Todos los que hemos podido observar este fenómeno tan extraordinario, nos sentimos privilegiados porque nunca habríamos podido imaginar ser testigos de ello.
La noche del 10 al 11 de mayo, fue cuando las auroras boreales llenaron los cielos de toda España y pudimos observarlas desde Peñarroya-Pueblonuevo. Este evento celestial, más común en latitudes polares, dejó impactados y maravillados por igual, tanto a los residentes, como astrónomos amateurs locales.
Las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, son causadas por la interacción de partículas solares cargadas, principalmente electrones y protones, con la magnetosfera de la Tierra. Estas partículas son lanzadas desde el Sol durante eventos de alta actividad solar, como las erupciones solares o eyecciones de masa coronal.
A medida que estas partículas energéticas se acercan a la Tierra, son canalizadas por el campo magnético del planeta hacia los polos, donde chocan con átomos y moléculas en la atmósfera superior. En este proceso, los átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera son excitados, lo que significa que los electrones en sus capas externas absorben energía. Cuando estos electrones vuelven a su estado original, liberan esta energía en forma de luz visible, creando así las deslumbrantes cortinas de colores que caracterizan las auroras boreales.
Lo que hace que la observación de auroras boreales en el Valle del Guadiato sea aún más excepcional es su ubicación geográfica por debajo de los 38° de latitud norte. Por lo general, las auroras son más comunes en regiones cercanas a los polos, entre los 60° y 70° de latitud norte o sur. Sin embargo, durante tormentas solares especialmente intensas, como la que ocurrió recientemente de extrema magnitud (G5), las auroras pueden ser visibles mucho más al sur de lo habitual.
Este fenómeno se debe a que durante las erupciones solares más potentes, las partículas solares pueden viajar a través del espacio interplanetario con una energía y velocidad suficientes para alcanzar latitudes más bajas. Cuando estas partículas impactan con la magnetosfera de la Tierra, pueden penetrar más profundamente en la atmósfera, lo que aumenta las posibilidades de observar auroras boreales en latitudes inusuales.
La noche del 10 al 11 de mayo, el Valle del Guadiato se convirtió en el escenario perfecto para este espectáculo celestial, ofreciéndonos una rara oportunidad de presenciar y poder fotografiar la belleza y la majestuosidad de las auroras boreales.
Desde delicadas tonalidades de verde hasta vibrantes pinceladas de rosa y morado, el excelente cielo nocturno del Guadiato, certificado como «Destino Turístico Starlight» por su oscuridad y limpieza, se transformó en un lienzo cósmico en movimiento, dejando una impresión duradera en aquellos que fuimos afortunados de presenciarlo.
La noticia que ha dado la vuelta al mundo, estando presente en prácticamente todos los informativos así como en redes sociales, ha estado marcada por algunas de las fotos que han sido tomadas en nuestros cielos. Nos gustaría agradecer a la reconocida astrofotógrafa local y Secretaria de la Asociación «Peñarroya Astronómica» Ana Moya, a Francisco Sánchez y a Minerva Solana la cesión de sus fotos para este artículo.
Aunque las auroras boreales son un fenómeno natural fascinante, también son un recordatorio de la compleja relación entre el Sol y la Tierra, y de cómo los eventos en nuestra estrella madre pueden impactar nuestra atmósfera y entorno cercano.
En un mundo donde la ciencia y la naturaleza convergen, la observación de auroras boreales en el Valle del Guadiato nos recuerda la belleza y la fragilidad de nuestro planeta y su lugar en el vasto cosmos, así como nuestro deber y compromiso en mantener los cielos oscuros y libres de contaminación lumínica, preservándolos para que las generaciones futuras puedan disfrutarlo tanto como nosotros.
Luciano Carrasco Rojas
CEO de «Entre Minas y Estrellas»
Monitor Astronómico Starlight
Presidente de la Asociación «Peñarroya Astronómica»
Enhorabuena por el trabajo que estáis realizando Entre Minas y Estrellas.
Pues claro hombre para que las generaciones futuras???? puedan disfrutarlo tanto como nosotros ……….igual que el amianto que existe en la localidad ,por toneladas la van a disfrutar por toneladas.Contaminación donde las haya en cantidades industriales como ven tanto en red de agua potable,tejados públicos y privados ,entre otras muchas otras cosas.Material prohibido año 2001 y de obligada ,insisto,obligados todos por ley desde el año 2014.Es una maravillosa imagen para todos nosotros
Imaginad por un instante lo luminoso que se ve el peñón y además una gran cruz blanca luminosa en todo lo alto.Un reseteo o actualización de nuestro peñon .Se vería bonito de verdad y hasta se le pueden añadir diversas tonalidades de colores a la roca.Un atractivo turistico,una bonita imagen para quienes pasen por la n-432 y toda una belleza para todos los peñarriblenses.