Daniel Solano Sujar
Cuántas familias tuvieron que tomar aquella maleta y bajar por esa carretera desde la estación, buscando nuevas normas de vida y un trabajo digno que les permitiera crecer como personas, entrar en ese ciclo laboral y comenzar una vida que era ansiosamente necesaria en aquellos tiempos complicados de las décadas de los sesenta y setenta, épocas de emigraciones masivas. Muchas familias tuvieron que salir y buscar acomodo en diversos puestos de trabajo para asegurar su sustento familiar y la ayuda necesaria para que nada faltara en sus hogares.
Hoy quiero, con todo mi cariño y respeto hacia él y toda su maravillosa familia, dedicarle este escrito lleno de admiración a Antonio Herrera García, el mayor de una familia numerosa que siempre fue un pilar de ayuda constante para sus padres y hermanos. Antonio nació en la familia Belmezana compuesta por Adelina García y Antonio Herrera, un matrimonio lleno de amor por sus hijos y siempre pendientes de ellos. Vivían en el grupo de viviendas de las Casa Nuevas del Parque, en la calle Parque número dos, frente al cine de Verano, el Gran Capitán. Esta gran familia siempre es muy recordada por su disposición hacia los demás y sus vecinos.
Hoy este escrito está dedicado a su hijo mayor, Antonio, por todo lo que hizo desde muy pequeño para ayudar a sus padres y cuidar de sus hermanos, para que no les faltara de nada, y que continúa haciendo. Sus valores humanitarios y su gran corazón lo convierten en una especie de padre y madre para sus hermanos y familia, asegurando que no les falte de nada. Antonio dignifica diariamente ese auténtico cariño y lo muestra constantemente. Es esa clase de persona que siempre tiene una sonrisa y abre sus brazos para brindar la ayuda necesaria, lo cual lo dignifica como belmezano y como persona.
Los valores que sus padres le inculcaron los lleva a la práctica y siempre está al lado de los suyos, siendo un belmezano de honor y categoría, con un gran corazón que muestra y deja impregnado día tras día, con todo el cariño por sus hermanos a quienes tanto quiere.
Mis felicitaciones como amigo suyo de toda la vida y mi orgullo por toda esa gran labor familiar que Antonio Herrera García ha realizado en su entorno familiar, que siempre nos dio tanto cariño a todos.
Gracias de corazón por ser como eres, Antoñin.
Daniel Solano Sujar
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