La famosa canción IMAGINE DE John Lennon fue, es, toda una referencia en contra de la guerra y a favor de la paz mundial. Lenon y Yoko Ono invitaban a imaginar un mundo sin barreras , sin religiones, sin territorios tras los que parapetarse para dividir a las personas. Su letra es una llamada a la fraternidad y a la unidad de los seres humanos y a no permitir que las fronteras , las ambiciones, las religiones nos separen a las personas de lo verdaderamente esencial que es la hermandad entre todos los seres humanos. Por entonces ( 1.971) la paz era un bien precario con muy mal futuro pues pero la guerra fría, efectivamente enfriaba al mundo y el temor a la desaparición nos protegía. La llamada a un mundo mejor no era tan solo una cuestión bucólica , blandengue, sino una invitación a la rebelión sin armas, a la transformación de una sociedad profundamente conmocionada por la guerra, entonces la de Vietnam.
Estos días de 2024 también asistimos en vivo y en directo a un escenario dantesco en el que nos jugamos todo. También ahora asistimos no a una guerra sino yo diría que a la madre de todas las guerras pues de su resultado puede depender la paz mundial y no sólo la paz de aquellos escenarios donde tiene lugar. “ Ojo por ojo y el mundo acabará ciego” dijo Gandhi para referirse al abismo que se abre cuando nos domina la venganza, una versión de la conocida “ley del talión “ que predica que hay que responder a la violencia con más violencia. Efectivamente, es esa la forma más segura de quedarnos todos ciegos al contribuir a crear un infierno sobre la tierra.
También es oportuna la apelación a la metodología para la resolución de conflictos que proponían los pacifistas y de la que el programa andaluz de la Escuela como Espacio de Paz postulaba entre sus principios. Dicha metodología no es otra que ponerse en el lugar del otro ante la dificultad para resolver profundas divergencias. Le llamamos ahora empatía. Pues bien, estos días se hace viral otro IMAGINE, esta vez del periodista y escritor español Carlos Hernández quien ha sido capaz de condensar en pocas palabras lo que debiera ser un imaginario colectivo en favor de la paz y en contra de este exterminio que se está perpetrando en Oriente Medio. El ha escrito sólo la letra quizás a la espera de que otros le pongan la música hasta convertirla en una sinfonía. Dice Carlos :
-Imagina que eres palestino y están exterminando a tu familia, a tus amigos, a tu pueblo, que te están echando de tu tierra y te están matando de hambre y de sed, que eres libanés y están invadiendo tu país, que ves cómo el resto del mundo se divide en dos grupos: los que apoyan a los agresores y quienes los critican, pero no hacen nada para detenerlos.
–Imagina que las escenas que ves en televisión de los agresores torturando, humillando y asesinando a prisioneros no tienen consecuencia, que los agresores asesinan premeditadamente a los periodistas que tratan de contar lo que te ocurre, a los sanitarios que tratan de salvarte, a los cooperantes que intentan hacerte llegar alimentos.
–Imagina tu impotencia al ver que el mundo calla ante quienes se graban riendo, mientras destruyen edificios enteros, escuelas y hospitales, carreteras
–Imagina que los agresores violan sistemáticamente la legislación internacional y las resoluciones de Naciones Unidas sin que pase absolutamente nada, que se rían del Tribunal Penal Internacional….
Imagina ahora que vives en Occidente, donde realmente vives. Imagina a qué “cruzados” europeos y americanos beneficia esta espiral de odio y violencia. No hace falta que lo imagines. Ya sabes a qué futuro nos conduce este presente. Lo sabes.
Enrique Monterroso
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