De nuevo, Belmez pierde a uno de sus hijos, una persona íntegra y con altos valores humanos que le hacían ser muy querido en todo nuestro entorno. Uno mira hacia atrás y recuerda, esa década de los sesenta, cuando su actividad futbolística le hacía muy feliz y comprometido con ese equipo que él defendía, el Atlético Belmezano, de los Moyano, Lolete, Alberto Navarro y otros. Pedro Domínguez Nevado nos dejó ayer, y Belmez llora su óbito. Pedro era un belmezano emigrado, como muchos otros, una persona amable y siempre intentando ayudar a todos desde su profesión bancaria en la ciudad de Terrassa donde vivía. Un hombre muy comprometido socialmente, que desde su ideología en ese Ayuntamiento trabajó incansablemente por los asuntos sociales y con un gran compromiso de lealtad a su labor encomiable y admirada por todas las personas que lo conocieron y trataron.
Pedro Domínguez Nevado era ese belmezano que año tras año acudía a su pueblo, y era inmensamente feliz en esos días que pasaba, lleno de arraigo y cariño hacia este pequeño rincón. Su sonrisa era evidente cuando paseaba por sus calles, junto con esa gran mujer y compañera, Lourdes, su querida esposa, una persona con una gran disponibilidad y sentimiento muy belmezano, que Pedro nunca perdió, pese a tantos años emigrados.
Desde estas líneas, le damos nuestro más sentido pésame a su mujer e hijos, hermanos, cuñados y demás familiares. Pedro era una persona muy cercana y siempre tenía sus brazos abiertos para cualquier persona que lo necesitara. Siempre dignificó nuestro y su gentilicio, y allí donde se encontraba, siempre mostró ese amor y cariño al pueblo que lo vio nacer.
Que Dios lo tenga junto con Él. Su sonrisa y su recuerdo siempre estarán junto a todos sus amigos, familia y paisanos. DEP, amigo Pedro.
Daniel Solano Sujar
0 comentarios