Hoy es un día especialmente duro, de esos que te dejan sin palabras. Son momentos llenos de recuerdos, de vivencias compartidas que quienes conocimos a Pepe y tuvimos la suerte de tratar con él, atesoramos con cariño. Todos sabíamos de su calidad humana, y en todos los años en los que desarrolló su labor en aquella inolvidable tienda familiar, dejó una huella profunda en Belmez.
Esa tienda de la entrañable calle Córdoba —Confecciones Rafael Muñoz Moya— fue más que un comercio. Fue un símbolo de cercanía, de profesionalidad, de servicio ejemplar a nuestro pueblo. A lo largo de toda una vida, se convirtió en un punto de encuentro, donde se cultivaban valores y se ofrecía siempre una atención cercana y cálida.
Hoy nos ha dejado Pepe Muñoz García, hijo de Rafael Muñoz Moya. Una persona íntegra, amable, educada, que siempre tenía una palabra cariñosa para todos. Belmez siente en lo más profundo su pérdida. Pepe era un hombre muy querido, tanto en el ámbito laboral como en el social. Su cercanía y humildad lo convirtieron en alguien especial, difícil de olvidar.
Desde estas líneas, queremos expresar todo nuestro cariño y apoyo a su esposa, a su hermano y al resto de su familia en estos duros momentos. Pepe deja un vacío inmenso, pero también un legado de humanidad y bondad que permanecerá en el recuerdo colectivo de nuestro pueblo.
Pedimos a Dios que lo acoja en su regazo. Belmez nunca lo olvidará y siempre lo tendrá presente en sus oraciones y plegarias.
Descansa en paz, querido amigo. Siempre estarás en mi corazón y en mi memoria.
Nunca te olvidaremos, Pepe Muñoz García.
Daniel Solano Sujar
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