Sientes que tu vida se va apagando poco a poco, que está cobrando otra dimensión. Sientes que tus piernas flaquean, que tu cuerpo ya no responde y que afloran tus miedos al entrar en el sueño profundo.
Sientes que tus manos tiemblan de emoción, que no sabrás lo último que verás y que no dejarás rastro de tus pesadillas.
Ahora entiendo la palabra amar. La palabra querer sube un escalafón si se trata de un ser humano. Perdidos entre tantas guerras dialécticas, dejamos atrás nuestras expresiones corporales, esas emociones de las cosas tan pequeñas e insignificantes, jamás juzgadas ni etiquetadas, tan naturales como la vida misma.
Querámonos bien y dejemos fluir nuestros instintos como algo maternal, una sustancia férrea y vehicular con el cordón umbilical que nos une a una madre, a nuestras madres. Tributémoslas cada día con amor, con caricias impolutas, con besos eternos y momentos inolvidables.
No olvides que la vida te espera más allá de nuestras muertes. El cielo es un lecho honorable para las personas que nos han hecho sentir bien y que nos seguirán acompañando desde el lugar divino y sagrado donde se encuentran.
Recuerda: todo esto no es el final ni el principio de un sufrimiento, sino la certeza de que la vida nos ha hecho libres y nos ha educado para venir e irnos tal como llegamos al mundo, desnudos de riqueza y vestidos con plumas celestiales para pasar a una vida mejor que la que dejamos.
Es pura conexión con nuestro pasado, presente y futuro.
Entendamos el dolor como algo que viene de fábrica desde que nacemos, pero que los momentos de felicidad solaparán los momentos más tristes y dolorosos de nuestra vida.
Si sientes que tu vida se apaga, no lo dudes: se encenderá por completo la luz de la esperanza.
Somos luz que ilumina a cada instante los corazones de los demás.
M’EXPRESO Y NO QUIERO QUE TU VIDA SE APAGUE.
¿Y TÚ, TE EXPRESAS?
¿A QUÉ ESPERAS PARA LEER ESTA NUEVA CÁPSULA EMOCIONAL EN EXCLUSIVA PARA LOS LECTORES Y LECTORAS DE INFOGUADIATO?
SERGIO DELGADO CINTAS
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