InfoGuadiato
Un grupo de 14 familias de Peñarroya-Pueblonuevo lleva más de quince años denunciando los efectos nocivos que aseguran sufrir a causa de la actividad de una planta de hormigón situada junto a sus viviendas. La problemática fue abordada en una intervención en directo en el programa Mañaneros de Televisión Española, donde varios vecinos expusieron la situación que, según relatan, ha sido ignorada sistemáticamente por las distintas administraciones públicas.
Según explicó uno de los portavoces vecinales, Amador, la lucha comenzó hace década y media, cuando se instaló la planta en una zona residencial centenaria, originalmente habitada por ingenieros de mina. Desde entonces, afirman haber presentado múltiples denuncias y alegaciones ante organismos como el Ayuntamiento, la Policía Local, el Seprona, la Consejería de Medio Ambiente, Inspección de Trabajo y Sanidad, sin que ninguna de ellas haya dado resultados efectivos.
“No queremos que desaparezca ningún puesto de trabajo”, aclaró Amador durante la intervención televisiva, “solo pedimos que se cumpla la normativa para poder convivir todos con tranquilidad”. Añadió que, ya desde su proyecto inicial, la planta de hormigón presentaba irregularidades legales, incluyendo el incumplimiento de hasta cuatro puntos de la normativa medioambiental vigente. Las alegaciones presentadas en su día fueron, según aseguran, ignoradas por los responsables municipales, a pesar de haber sido registradas oficialmente.
Los vecinos denuncian también que la actividad de la planta no solo genera suciedad constante, sino que ha derivado en consecuencias directas para la salud de los residentes. “Empecé con problemas de asma dos años después de que la planta comenzara a funcionar”, relató una vecina. “He tenido que duplicar la medicación diaria para poder respirar sin ahogarme”. Casos similares afectan a otros miembros de las familias, incluidos niños con alergias agravadas por la exposición constante al polvo de cemento y tierra en suspensión.
Durante el programa, se planteó la pregunta clave sobre qué fue antes, si la planta o las viviendas. Los vecinos no dudaron en aclarar que las casas tienen más de cien años, mientras que la planta apenas lleva en funcionamiento 15. Además, aseguran que el proyecto estuvo mal redactado desde el principio y que contenía aspectos que favorecían a la empresa, lo cual, denuncian, nunca fue revisado por las autoridades.
El equipo de Mañaneros también se puso en contacto con la alcaldesa del municipio, María Victoria Paterna, quien aseguró que las competencias en este asunto corresponden a la Junta de Andalucía. Según explicó, la planta cuenta desde 2021 con una autorización de la Consejería de Agricultura y Pesca para su actividad. Asimismo, indicó que, ante las continuas denuncias vecinales, el Ayuntamiento ha instado a la Junta a que reevalúe dicha autorización y verifique el cumplimiento de la normativa medioambiental.
Sin embargo, los vecinos consideran esta respuesta insuficiente. “No nos han contestado ni una sola vez desde que interpusimos las denuncias por escrito el año pasado. No tenemos ninguna respuesta ni acción concreta por parte de las instituciones”, expresó otro de los afectados.
Frente a la falta de avances, algunos residentes han anunciado que se plantean llevar el caso a los tribunales. “El siguiente paso es interponer una denuncia judicial. Tendremos que pagar abogado y procurador de nuestro bolsillo y dejar que la justicia determine quién tiene la razón”, afirmó Amador, que mostró su disposición a iniciar el proceso a título individual, aunque espera contar con el apoyo de otros vecinos.
La situación pone de relieve una problemática que, más allá del conflicto urbanístico o legal, afecta directamente a la salud y calidad de vida de familias que llevan más de una década reclamando soluciones sin obtener una respuesta clara por parte de las instituciones.
Este tipo de plantas produce silicosis una enfermedad irreversible.