Los sentimientos siempre están intrínsecamente ligados a la calidad de persona que somos. Una actitud consistentemente educada y un elevado nivel de comportamiento exquisito en nuestras interacciones con los demás son las piedras angulares que nos definen. Esta manera de ser nos convierte en individuos admirados y respetados en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos, ya sea en lo cultural, religioso o en nuestro compromiso constante con la ayuda a grupos y asociaciones que así lo solicitan.
Hoy deseo dedicar unas palabras a una mujer excepcional que, a lo largo de su carrera como docente, siempre estuvo a la vanguardia de su profesión. Felicia López de Lerma y Pérez de Gracia, natural de Salamanca, llegó a nuestro querido pueblo con tan solo cinco años y desde entonces ha demostrado un amor inquebrantable por Belmez. Su compromiso con la educación ha dejado una huella imborrable en la vida y formación de sus alumnos. A lo largo de los años, ha realizado una labor encomiable, enseñando con dedicación y aplicando sus conocimientos de manera ejemplar. Su legado perdura en la memoria de la multitud de personas que tuvieron el privilegio de pasar por su aula, así como en el respeto y admiración de sus colegas docentes, quienes reconocen su completa dedicación y profesionalismo.
Para Felicia, Belmez no es simplemente un lugar geográfico; es su hogar y su fuente de inspiración. Con alegría y un profundo sentimiento arraigado en su corazón, regresa periódicamente al pueblo que tanto ama. En esos momentos cruciales de la vida, donde la calidad humana se erige como un pilar fundamental en las relaciones sociales, Felicia siempre ha extendido su mano amiga a aquellos que la necesitan. Esta actitud revela mucho sobre su calidad personal, y quiero expresar mi reconocimiento y respeto hacia Feli, como cariñosamente la llamamos, como una persona digna de los mayores aplausos.
Como belmezano, me siento profundamente orgulloso de ti, Feli. Agradezco sinceramente tu continuo comportamiento cívico y señorial, que ha contribuido de manera significativa a la riqueza y la vitalidad de nuestro querido Belmez.
Gracias de corazón.
Daniel Solano Sújar
Sencillamente admirable ese gran comportamiento seguido de esa gran educación siempre mostrada con mis demás ..
Sencillamente admirable ese gran comportamiento,seguido de esa gran educacion siempre mostrada con lis demás…