NON SUMUS SANI

Botella y Aguirre sostenían en enero de 2022 que la integración del Hospital Valle del Guadiato en el Servicio Andaluz de Salud (SAS)  potenciará significativamente su capacidad de resolución

La señora Botella, delegada de salud del gobierno andaluz en Córdoba, nacida en Madrid y no en Madeira que se declara una persona idealista y que odia la hipocresía. Decía hace pocas lunas, en unas declaraciones a Europa Press que las críticas de Izquierda Unida y PSOE a la sanidad en el Guadiato, en referencia a su atención primaria y a su hospital que eran falsas.

Además, aireaba, que nuestra denuncia de falta de profesionales sanitarios, se traducía en que despreciábamos a los profesionales del SAS.

Hablaba, que el Centro de Salud de Peñarroya y el Hospital del Guadiato funcionaban correctamente. La atención primaria, mantenía ocho médicos de familia, dos pediatras y una espera para cita médica de pocos días y que, el centro hospitalario había realizado más consultas que nunca.

En la línea, de cuando nos visitó el exconsejero de salud Aguirre, cordobés, que no de Madeira, cuando hace dos años nos contaba, como buen cuentista, que, al pasar nuestro hospital al SAS, no mantendría su cartera de servicios, sino que la aumentaría.

No sabemos que indicadores, tendrá la Sra. Botella para medir. Lo cierto es que las esperas oscilan entre 10 y 15 días en la atención primaria, que carecemos de matrona. No tenemos especialistas en pediatría. No tenemos la misma accesibilidad a pruebas diagnóstico. No podemos solicitar ecografías Doppler (circulación sanguínea). Problemas en la información de radiografías. No hay dirección del centro. Y hay solo cinco médicos, no ocho.

Si ya es sangrante esta situación, lo, es más, que, dado el número de protocolos abiertos entre escolares en cuanto a acoso e intentos de suicidio, que no dispongamos ya de los dos siquiatras que trabajaban fijos en nuestra localidad al igual que del sicólogo que disponíamos.

Desde el año 22 queda un siquiatra solamente. Ahora vienen dos alternos cada 15 días.

Que ha desaparecido la figura del sicólogo. Que este viene de Pozoblanco una vez cada quince días. Que no cita a mayores de 16 años y cuando viene criba a los pacientes, ya que es imposible verlos a todos. Si antes se atendía a cuarenta personas, ahora se atiende a 14.

Si hablamos del Hospital del Guadiato, más de lo mismo:

No está integrado en el SAS. Sigue sin haber traumatólogo fijo o rehabilitador. La dermatóloga, amenaza con irse. El cirujano no viene. El radiólogo acude al 40%. Urólogo a punto de jubilarse.

Triste es, que con la empresa pública anterior: Alto Guadalquivir, la sanidad en el Guadiato, fuera mejor que integrándolo en el SAS.

Por otra parte, si analizamos en comparativa la demora media de las consultas externas o la demora en Pruebas Diagnósticas con el Hospital de Los Pedroches, del cual supuestamente dependemos, que, por desgracia, no tiene capacidad para derivar en la mayoría de los casos, nos encontramos que los Pedroches con 52.000 habitantes tiene menos espera real por ejemplo en Aparato Digestivo, Cirugía General, Medicina Física y Rehabilitación, Neumología que en el Guadiato con 31.000 habitantes.

Proporcionalmente en cuanto a Pruebas Diagnósticas ocurre igual, además de carecer de pruebas como: examen genital femenino, endoscopias urológicas o pruebas funcionales respiratorias.

Sra. Botella, le rogamos no falte a la verdad sobre la situación de desastre que sufre la sanidad pública, aguzada en el Guadiato. Que subsane los problemas que nos acucian y relega a nuestras vecinas y vecinos a una situación peor que el resto. Y demuestre que no es de madera, como el personaje creado por Carlo Collodi.

Salud.

IU Peñarroya Pueblonuevo