Todo comenzó cuando querías cambiar tu punto de vista sobre nuestra relación. Ahora me dejas desnudo y sin nada a qué aferrarme. La triste banda sonora de un solitario secuestrando estrellas para dárselas a otros. Cuando te marchitaste, la casa se quedó sin cuarto de estar donde conversar y ver juntos nuestra serie favorita, cantar la canción en el lugar donde nos conocimos. Recuerda tú, que puedes ahora que ya estás con otro, enséñales las fotografías donde estamos juntos en nuestros viajes de escapadas sin rumbo fijo ni fechas en el calendario, para visitar esos países donde pasamos juntos nuestros días de vino y rosas. Recuerda, porque yo no puedo; soy esclavo de esos besos que recuerdo en la oscuridad bajo sábanas enredadas. Créeme que ahora mismo no recuerdo nada. Si quieres, te ayudo a recordar esas tardes de domingos compartiendo mesa y mantel en el restaurante de tu mejor amiga, junto a su novio.
Enséñame a fundir tus labios con los míos y a esconder la luna con las manos. Enséñame rápido, que mi tiempo se agota, mi memoria se acorta cada vez más, y los cuadros que hay en casa están llenos de soledad, exentos de pasión, hablando de los dos, y de vivir eternamente en esta cárcel de amargura. Tengo la divina paciencia de quererte un poquito más cada día, a pesar de que ya no te canto al oído. Pero esta vez, si puedes, quiéreme.
El otro día salí de casa en busca del periódico y acabé en el pueblo de al lado. Todo el mundo me mira extraño, como si tuviera culpa de todo lo que está pasando. Si quieres, vuelvo mañana a por ti y nos largamos de este mundo, cruzamos el charco y acaricio tu pelo cuando estemos a la orillita del mar, haciendo tirabuzones con tus cabellos y ocupando tu espacio solo con susurrar mi nombre. Llegará el día en que no te podré llevar a la playa, o a Manhattan, y resguardarme en tus pechos mientras bailamos como enamorados delante de la Torre Eiffel.
La siguiente parada será el olvido, y solo me quedará llorar y volverte a recordar. En este combate yo solo soy el perdedor. Quería contar nuestra historia, aunque no sea verdad, pero hoy te he vuelto a recordar. Sin embargo, tu punto de vista se ha vuelto a marchitar. Quizás, cuando baje la marea, volverás a casa aunque sea tarde, y apagarás la luz como lo hago yo cuando te quedas dormida. Sabes a ayer, a agua y arena; solo lo que no se ve es lo que te hace única: un salto al vacío, un toque de dulzura y locura. Tal vez, me estoy perdiendo lo mejor de ti, y te estoy quitando las ganas de reír.
La tinta que corre por mis manos ya me ve llorar cuando vuelvo a casa y no te veo. La próxima estación está cerca, y la voz de mi guitarra resuena en notas de felicidad, con las ganas de besarte al terminar la función. Te recuerdo como un preso que rememora su libertad. Hay muchos retos por alcanzar y sueños por desnudar hasta que pise tierra. Hace un rato que estoy a tu lado y descubro, por cada rincón de tu cuerpo, un escondite nuevo donde ocultarme hasta que tú me encuentres. Como en una película romántica, acabamos haciendo el amor y terminamos nuestra historia de la mejor manera posible, llevándonos todo a un sitio nuevo, donde la niña de mis entrañas acabe por quitarme las vendas de los ojos y visualizar que mi viaje ha finalizado aquí.
Y ahora, bajo tu punto de vista, tráeme de nuevo a través de melodías y acordes que me lleven al cielo de tus labios. Todo lo dejo bajo tu punto de vista. Miro por la ventana y puedes ser tú.
ME EXPRESO BAJO EL PUNTO DE VISTA TUYO
FÚNDETE EN ESTA CÁPSULA LLENA DE EXPLOSIÓN Y PASIÓN
¿A QUÉ ESPERAS PARA SABOREARLO?
EN EXCLUSIVA PARA LOS LECTORES Y LECTORAS DE INFOGUADIATO
Sergio Delgado Cintas
0 comentarios